
“Somos comunicadores populares y la radio solita no nos alcanza”, comentó don Manuel llegado desde Izabal quien también ha estado compartiendo con nosotros los talleres anteriores. Y así entre todos comenzamos a pensar qué otras formas tenemos a la mano en nuestras comunidades para comunicar.

Frente al ventanal que dejaba entrar la belleza del lago de Atitlán nos reunimos durante tres días para discutir las otras formas de comunicarnos a través de las imágenes, de los dibujos, las frases, para intercambiar-nos, con nuestros saberes y experiencias.
En esta lucha por recuperar nuestra cultura no podemos olvidar que las primeras formas de escritura, la de nuestros antepasados, fueron en los muros. “La imprenta de los pobres” la llama Galeano.

Lápices en mano se lanzan las primeras propuestas para armar nuestro mural que montaremos sobre una manta por la ya sabida temporada de lluvias. La defensa del territorio resulta el primer consenso, cómo dibujarle el “no a la mina”, mostrando que estamos defendiendo nuestra tierra, nuestro subsuelo, nuestros machetes y azadones.

Un compa describe el dibujo:“De un lado, del izquierdo!, vemos nuestra vida campesina, nuestra lucha cotidiana, de allí se ven unos compas que salen a la carretera y frente a ellos los antimotines, que los hicimos como robots. Ellos están defendiendo todo lo que nos hace daño. A la derecha entonces y defendiendo el maíz transgénico, el cilindro que intentó llegar a Sololá para un megaproyecto minero, los agroquímicos, la basura….”
Imaginando un nuevo lenguaje que fortalezca a la organización se diseñaron plantillas del CUC y otras con mensajes en defensa del territorio cerrando este feliz encuentro de quienes queremos hacernos escuchar, ver y que nos miren.
